lunes, 31 de enero de 2011

todos los meses, deberían ser noviembre.

Aquel día se volvió a sentar en su sillón desgastado, el tiempo había marcado su figura en aquel cuero negro.
Saco su cuaderno, encendió un cigarrillo y comenzó como cada domingo a relatar con sumo cuidado, cada momento digno de recordar de aquella semana.
Pero aquel domingo no escribió nada, las palabras no lograban salir de su pluma montblanc, un regalo especial, de alguien que conocía bien sus gusto por la buena literatura.
Llovía, como cada domingo de enero, parece que el cielo esta enfadado, un día menos de vida. Se paro a observar las gotas en el cristal, no es fascinante? chocan, caen, y se deslizan para volver a caer.
En fin, todo se resume en caer, y como alguien sabio le dijo una vez, la vida se resume en una sencilla ecuación matemática, n+1. ''n'' veces te caes, mas una mas que te levantas. 
Un ruido conocido le hizo despertar, el café estaba listo, pero hoy no había azúcar. El día se presentaba amargo.
Los bordes de su cuaderno comenzaban a llenarse con pequeños trazos sin significado alguno, nada hoy cobraba significado, las palabras estaban en su mente, pero no logrò sacarlas.
Abandono su sillon, camino descalaza hasta su cama, como siempre sin hacer. se cubrio entera con la manta y se repitio a ella misma, '' mañana sera novimebre, mañana sera noviembre, mañana sera noviembre y como cada domingo, tu volveras''.

viernes, 14 de enero de 2011

¿?

Ya no tengo sobre que escribir, mis pies están mojados y la cama sin hacer.
Ya no hay coherencia, ni ganas, ni fuerza.
Sintiéndolo mucho abandono este barco.